La miel fue el edulcorante original, conocido y consumido por nuestros antepasados desde tiempos inmemoriales. Es adecuado para el consumo inmediato en su estado crudo, a diferencia de cualquier otro edulcorante importante, y solo requiere la habilidad o la imprudencia de robárselo a las abejas. En su estado puro, la miel no fermentará, pero la fermentación puede ocurrir por accidente o ser inducida deliberadamente.
¿Sabías que la miel no es lo único que hacen las abejas? Las abejas también producen un compuesto llamado propóleos a partir de la savia de los árboles de hoja perenne o de hojas de aguja. Cuando combinan la savia con sus propias secreciones y cera de abejas, crean un producto pegajoso de color marrón verdoso que se usa como recubrimiento para construir sus colmenas: éstos son los propóleos.
La apitoxina es un veneno secretado por las abejas, esta sustancia es empleada por algunas especies de abejas obreras como medio de defensa contra algunos predadores o para el combate entre abejas.